jueves, 23 de mayo de 2013

¿Sabes hacer una RCP?


La reanimación cardiopulmonar se realiza con el objetivo de mantener con vida al paciente hasta que lleguen los médicos que ha quedado inconsciente, sin respiración y sin pulso.

Antes de iniciar el proceso de reanimación, hay que comprobar el estado de la víctima por lo que hay que colocarlo boca arriba e inclinarle hacia atrás la cabeza para abrir las vías respiratorias. Debemos asegurarnos de que tiene respiración, pulso y que no hay cuerpos en la boca.  


A continuación se iniciará la respiración boca a boca, insuflando aire a los pulmones para recuperar la circulación sanguínea. Quien realice este movimiento debe situarse en ángulo recto junto a la víctima, colocarle la mano por debajo de la nuca o en la barbilla, tapar las fosas nasales, poner la boca sobre la de la víctima y exhalar aire. 

El siguiente paso es recuperar la circulación sanguínea mediante el mensaje cardíaco. Este masaje consiste en comprimir el corazón entre el esternón y la columna para que expulse la sangre que contiene. El talón de la mano con mas fuerza debe colocarse en la base del esternón y la otra encima con los dedos entrelazados. Es un movimiento de fuerza y precisión que se realiza con el fin de bajar el pecho.


El ritmo óptimo es de 12 o 15 insuflaciones y 60 compresiones cardiacas por minuto que pueden ser distribuidas en 1 insuflación, 5 compresiones cardiacas. Es recomendable que este movimiento dure hasta que llegue la asistencia médica, aunque la victima no responde.

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